Sobre el uso de la palabra cha..(autocensura) en mi columna del lunes

En atención a todos los políticamente correctos que se sintieron ofendidos por haber usado la palabra chachas en mi columna del lunes. Va este correo que respondí a un lector el lunes por la tarde. 
Confieso que me dio flojera (los vulgares le decimos hueva) responder a todos por twitter, sobre todo a los más progre con espíritu de torquemada; pues solamente era alimentar un debate estéril. 
Pero como siempre digo, yo no soy poseedor de la pura total y absoluta neta y mucho menos soy infalible. No como los que están en twitter...


De: Ricardo xxxxxxx xx xxx xxxxxxxxx
Enviado: lunes, 27 de abril de 2015 06:11 p.m.
Para: hugo.gonzalez@milenio.com
CC: buzoneditorial.df@milenio.com
Asunto: Milenio - Hugo González - Economía colaborativa y el "Uber de las chachas"


Hola Don Hugo , parece que se le cerró el vocabulario y no encontró otra forma mas denigrante para referirse a las trabajadoras domesticas como " las chachas" ( así lo escribió en minúsculas). Chachas, suena como a trapo que se puede ningunear, que se puede trasijar y luego botar, abandonar. Chachas, expresión propia de los mirreyes del altiplano. En verdad que pena y que vergüenza para Milenio.

Que poca madre, sobre todo viniendo de un articulista de temas empresariales que se supone tiene educación superior, pero bueno, esta escrito que la patanería no la quita un phD. Lo que UNi no brinda, en casa debieron dárselo, pero no se lo dieron!

Buenas tardes.

Ricardo xxxxxxx xx xxx xxxxxxxxx
Hugo González - Tecno empresa: Economía colaborativa y el "Uber de las chachas"
Leer columna completa.
Y yo respondí....

El 27/04/2015, a las 18:12, hugogonzalezmilenio@gmail.com escribió:

Don Ricardo, le escribo sin ánimo de polemizar mucho menos de faltarle al ‎respeto; sin embargo, como usted se tomó el tiempo y la molestia de mandar un correo (y no un tuit como otros) intento explicarle mi sorpresa por la insospechada virulencia que desató haber usado una simple palabra.

‎Antes que nada, soy un convencido que no hay buenas ni malas palabras, simplemente hay buenas y malas intenciones al usarlas; y en el caso de mi texto, no tenía ninguna intención. Por eso existen las expresiones: "a toda madre", "qué poca madre", o "se dió en la madre". También están las clásicas: "¿qué pedo?", "No hay pedo". "Que buen pedo", "Se puso pedo", etc.

Ahora bien cuando una palabra resulta ofensiva para alguien es porque hay una referencia cognoscitiva que le da el carácter de insulto; pero cuando no existe esa referencia, el supuesto insulto pasa inadvertido. Por ejemplo, para mi la palabra bastardo no significa nada porque nunca la he usado ni la han usando conmigo para insultar. Recientemente un querido amigo venezolano me dijo en tono de broma: eres un bastardo. Y esa palabra hubiera llevado a los golpes si yo tuviese la referencia de que es un fuerte insulto, lo cual tampoco me molestó pues sé que mi amigo nunca tuvo la intención de insultarme.

Todo este rollo viene a colación porque quiero decirle que para mí la palabra chacha no tiene ninguna connotación insultante porque conozco varias "trabajadoras domésticas" a las que no les ofende que les digan chachas, una de ellas; mi mamá.

Por varios años ella trabajó limpiando casas y nunca se sintió ofendida con el término chacha; por el contrario, le ofendía más cuando le decían: criada, sirvienta o mucama. Así se decía antes.

Es algo fácil de explicar porque quienes hemos salido de las condiciones más humildes, nos acostumbramos a no tomar muy en serio las palabras‎ y aprendimos a reconocer las intenciones. Por eso no me ofende cuando me dicen prieto (lo estoy), jodido (lo estuve), naco (es chido), racista (no puedo serlo), clasista (¿qué es eso?), ignorante (¡gracias a Dios!).

Chacha, es la contracción de la palabra muchacha, y hoy es la manera más coloquial de referirse a las trabajadoras domésticas. Son modismos, variaciones a ‎una actividad laboral (antes se les decía moza o famulla -debe ser fámula-); chacha solo es el significante de un significado que para mí denota orgullo, tenacidad, esfuerzo. No sé qué denote para los demás.

De antemano, si le molesta que yo use esa palabra, le ofrezco una disculpa, seré más cuidadoso... aunque con ello también sea más hipócrita.

Saludos.‎ Gracias por su crítica.

TAN- TAN....
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