Cepra gana, SCT ¿pierde? Columna de @hugogonzalez1 en Milenio

Finalmente pasó lo que te advertí desde hace días. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), declaró desierta la licitación LA-009000982-E1-2016. Se trata de la contratación del Servicio Integral del Centro de Atención Tecnológica (SICAT) que implicaba cambiar casi 31 mil computadoras.

Con esta resolución, la empresa Cepra es quien resulta ganadora pues se trata del actual proveedor del servicio. A mí no me consta nada, pero trascendió que esta empresa se aplicó hasta el fondo para influir en el resultado que ahora vemos. Me informan que las tácticas de “convencimiento” de este proveedor fueron desde anónimos hasta llamadas a los encargados del concurso. Pero no solo en la @SCT_MX sino en otras dependencias federales. ¿A poco les saben algo?

Como sabes, en esta ocasión la balanza no favorecía a Cepra pues carecía de alianzas y permisos internacionales exigidos en el concurso. Además, ingresó una propuesta económica muy por debajo de la media marcada por el estudio de mercado realizado por la propia SCT.

Ya lo veía venir, era claro y no me equivoqué. Espero que no pase lo mismo con la licitación de la Red Compartida pues quiero equivocarme rotundamente. Sin embargo, nuevamente por las señales que manda la SCT, creo que esta licitación correrá con la misma suerte.

Impuesto al atole

Quiero agradecer profundamente a los senadores del PRD que se preocupan por mi salud y no quieren verme diabético. Les agradezco también que sigan convenciéndome de no darles ni un solo voto más pues resultan más papistas que el papa. Mira que proponer duplicar el impuesto a las bebidas con alto valor calórico suena tan populista.

Sin embargo, si quieren hacer bien su chamba, tendrían que aplicar ese mismo impuesto de dos varotes a los atoles que vende doña Juana. Ya te lo dije el 18 de enero pasado, consumir atoles y aguas frescas de frutas es igual o más dañino. En 2014 la revista científica Journal of Nutrition encontró que tomarte tu agüita de melón es peor que entrarle a una soda normal. Halló que las personas mayores a 20 años que toman agüitas frescas consumen 213 calorías diarias. Esto se asemeja mucho al consumo de 207 calorías diarias proveniente de los refrescos en este mismo segmento. Pero quienes consumen atole aportan a su alimentación diaria 801 calorías provenientes de esa bebida, 400 por ciento más que un chesquito. Luego entonces, si el objetivo de los senadores es frenar la ingesta de bebidas altamente calóricas, vayan aplicándole un impuesto al atole. ¿No?
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