Hace unos minutos nos enteramos que la SCJN decidió, con una votación de 9 a 1, que el Senado de la República no puede impugnar los nombramientos que haga el Ejecutivo en la designación de los integrantes de la Comisión Federal de Competencia. Esto es muy grave por dos cosas.
La primera razón de gravedad es porque con esta decisión se perfila que la Corte decidirá lo mismo en el caso de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) y con ello, el Juez que lleva el caso del amparo de Rafael del Villar y de Gonzalo Martínez Pous en torno a la conformación de la Cofetel les de la razón y que el pleito se prolongue aun más porque se espera que alguno de los actuales comisionados apele la resolución hasta en tercera instancia.
Yo creo que nadie perderá sus puestos, pero con esta decisión se debilita a la CFC y a la Cofetel, órganos que deberían ser autónomos e independientes del Ejecutivo, pues al decir que el Senado no puede objetar a los comisionados se corre el riesgo de que estos organismos se encuentren secuestrados por los intereses del grupo en el poder. Esa es la peor de las noticicas pues estas comisiones podrían convertirse en un club privado que de acuerdo con intereses políticos afectaría o favorecería a algunas empresas.
Ese es un grave golpe a la competencia, un duro golpe a la independencia y una amenaza a autonomía de un órgano sumamente técnico y especializado como lo es la Cofetel... POBRE PAIS...
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