'Aguas' con los transformadores contaminantes


TECNO EMPRESAHugo González


Te preguntarás por qué ahora estoy tocando este asunto, pues está alejado de mi zona de confort y un tanto alejado de las tecnologías de información y comunicación, pero como ciudadano y como periodista de negocios me siento en la necesidad de hacerle un cordial llamado de atención a los legisladores, a las empresas relacionadas con la industria química, a la Concamin y a la Comisión Federal de Electricidad, pues aún estamos a tiempo de corregir un enorme problema de salud pública que debió resolverse desde hace años.


Se trata de los mal afamados bifenilos policlorados, compuestos químicos artificiales conocidos en el mundo con las siglas BPC, cuyas propiedades refrigerantes y eléctricamente aislantes les permiten resistir altas temperaturas (hasta mil grados centígrados), por lo cual se utilizan principalmente en transformadores que pueden verse en calles, centros comerciales, centros educativos o plantas industriales.


Desde 1940 comenzaron a usarse en México los BPC, al importarse capacitores, transformadores, balastras, fluidos hidráulicos, adhesivos y pinturas; sin embargo, desde hace 11 años comenzó a disminuir el uso de esos químicos, pues en 2002 el gobierno mexicano firmó el Convenio de Estocolmo, con lo cual se comprometió a eliminar para 2025 el uso de BPC, ya que resultan dañinos para la salud, al generar esterilidad, problemas hepáticos y hasta cáncer.


Por ello se creó la NOM-133 impulsada y defendida por la Semarnat, pues en ella se establecen las medidas obligatorias para todos los generadores o poseedores de equipos que manejen BPC, incluidos mecanismos de descontaminación y prohibiciones para liberarlos al ambiente.


Una de las sugerencias para descontaminar los equipos reutilizables es el retrolavado de transformadores eléctricos, pero desgraciadamente en muchos casos se realizan de manera incompetente en talleres improvisados que contaminan equipos de nueva generación o confinan el químico de manera equivocada, cuando se confina, porque en ocasiones se diluye y se libera al ambiente.


Lo malo es que algunos industriales y directivos de la CFE se resisten a participar en los trabajos de la Semarnat y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, organismos que tienen un proyecto (que incluye capacitación para talleres) para lograr una adecuada destrucción del químico y material contaminado, así como un correcto mantenimiento de transformadores.


Creo que a todos nos conviene. No sean malitos.


Twitter: @hugogonzalez1
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