Las elecciones, el efecto bolsillo y Marcelo Ebrard, por Claudia Villegas

En Europa, las elecciones intermedias de España demostraron que el voto de castigo para los políticos, después de la crisis de 2008, está presente.

En España, cuatro décadas de bipartidismo quedaron atrás y ahora el Partido Popular tendrá que compartir la decisiones de gobierno no sólo con el PSOE sino cono dos fuerzas políticas más que surgieron de movimientos de repudio e inconformidad a las radicales medidas de austeridad con las que el gobierno español, ahora bajo la conducción de Mariano Rajo, hizo frente al estancamiento económico y a la debacle financiera y crediticia que allí también dejó la fraudulenta burbuja de las hipotecas subprime.
Impuestos, empleo, políticas de desalojo y, por supuesto, las políticas respecto a la banca fueron algunos de los temas con los cuales los partidos políticos en España llamaron la atención de los electores en las elecciones municipales y autónomas del pasado 24 de mayo.
Fueron, por lo tanto, los temas económicos los que dominaron las decisiones de los españoles en estos comicios. No fueron los temas de autonomías, las diferencias políticas o ideológicos sino la necesidad de mejorar la calidad de vida de un país que aún se percibe, en muchos aspectos, como la Cenicienta o el Patito Feo de la Unión Europea.
Ciudadanos y Podemos son los dos nuevos partidos con los que la España, que reinstauró su democracia hace cuatro décadas, busca hacer valer las causas de una generación de europeos que rechaza la corrupción enquistada durante muchos años en los negocios de los gobiernos en todos los niveles.
En México, las elecciones autónomas y municipales en esta primavera española representan un buen ejemplo de ejercicio democrático en donde las propuestas de los partidos y sus plataformas tuvieron que diseñarse para salvar de la crisis la credibilidad de los políticos.
No es gratuito, por lo tanto, que hoy la activista social que en la calles impugnó las acciones ilegales en contra de los desahucios de adultos mayores de sus viviendas hoy está al frente de un gobierno municipal. Nada más. Nos referimos a Ada Coláu, la nueva alcaldesa electa de Barcelona.
El reto será evitar la corrupción y las componendas.
México ya vivió su “primavera española”. ¿Recuerda usted al movimiento El Barzón? ¿A los activistas en contra del ominoso rescate del Fobaproa? Pues allí fue en donde los electores mexicanos encontraron a personajes como Marcelo Ebrard. Con un morral de pie al hombro, el ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de México llegaba a la Cámara de Diputados en busca de una cita, una audiencia o de una conversación en el pasillo con los legisladores que analizaban el rescate bancario.
Ebrard se declaró enemigo de la corrupción y del uso de los recursos públicos para beneficiar intereses particulares o políticos. A las redacciones de los principales periódicos del país también solía llegar Ebrard; él siempre humilde y dispuesto a entregar un buen documento a los reporteros para seguir con la cobertura en contra del rescate bancario.
Pero se convirtió en un político profesional y todo cambió. Ojalá que en España a los políticos de Podemos y Ciudadanos no les pase lo mismo. Mientras tanto, en México seguimos en búsqueda de opciones ciudadanas y honestas que rescaten a la economía.

Pensiones, el nuevo balance de la ASF

El sistema público de pensiones está quebrado. Ésta es la conclusión lógica del documento Política pública de pensiones y jubilaciones, de 193 páginas, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que evalúa el periodo 1995-2013 y proyecta su sustentabilidad actuarial hacia 2050, e incluso ofrece estimaciones para 100 años, de suyo cuestionables, debido la ausencia de los supuestos metodológicos que las sustentan.
De acuerdo con una nota de la revista Contralínea, la revisión de la cuenta pública de 2013 evidencia que el sistema de pensiones y jubilaciones de México, integrado por un régimen público, federal y estatal, híbrido –el viejo sistema solidario, de reparto, complementado con esquemas que compensan las bajas subvenciones, y una parte en proceso de desestatización, otro para viejos mayores de 65 años de edad que carecen de esa prestación social, conocido con el eufemismo asistencialista de “pensión para adultos mayores”, financiado por el Estado, y uno privatizado, para los trabajadores del sector empresarial, usufructuado por los fondos de los grupos financieros nacionales y trasnacionales–, está en una grave crisis.
De acuerdo con la ASF, los dos primeros regímenes se encuentran en serios problemas financieros que, de no resolverse adecuadamente, pueden colapsarse. Esto debido, entre otros factores, al creciente número de trabajadores gubernamentales que concluirán su ciclo laboral activo que aumentará vertiginosamente los pasivos laborales públicos, los cuales se convertirán en una verdadera montaña entre 2014 y 2050.
Los fríos cálculos actuariales señalan que, a valor presente, entre 2009 y 2013, los regímenes de pensiones y jubilaciones administrados por instituciones y entidades de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como de los organismos constitucionalmente autónomos, aumentan su déficit –la diferencia entre los ingresos y las obligaciones de pago– en 184 por ciento, al pasar de -1.3 billones de pesos a -3.8 billones de pesos

@LaVillegas1
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