Cuatro de cada diez negocios quiebran por problemas de administración, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Por eso MasterCard a través de su programa de educación financiera Consumo Inteligente señala 5 errores que los emprendedores no pueden cometer con las finanzas de su negocio:
1. Mezclar las finanzas del negocio con las tuyas.
¿Haces las compras del súper con lo que has ganado en tu negocio o si generas un ingreso todo lo inviertes en tu negocio? Muchos emprendedores tienen mezcladas las cuentas del negocio con las de la casa y eso además de llevar a gran confusión, complica ver si realmente el negocio está generando ingresos o no. Estos ejemplos son lo más comunes entre los emprendedores; sin embargo, es muy importante que aprendas a diferenciar entre tus finanzas personales y las de tu negocio. Una forma de facilitarlo es tener cuentas bancarias separadas. Esto te ayudará a diferenciar los recursos y tener una mejor administración.
2. No asignarte un sueldo.
Una de las razones por las que se mezclan las finanzas personales con las de los negocios es porque los emprendedores no definen cuál será su sueldo y van disponiendo del dinero de la empresa conforme es posible. Tú también necesitas dinero para pagar las cuentas propias. Y como no puedes dejar de pagar hipoteca o renta, los recibos y tus comidas (como mínimo), debes también asignarte un sueldo como a los demás empleados. Esto también te ayudará a darle un valor a lo que haces ya que, aunque seas el dueño o socio, también trabajas para el negocio.
En un principio puedes hacer proyecciones conservadoras de lo que se generará en el negocio para determinar cuál puede ser y cuando ya tengas flujos reales también ajustarlo a esto.
3. No ahorrar nada de las ganancias.
Cuando empiezas a ver fruto de tu negocio pasan dos cosas: te lo gastas o reinviertes todo; sin embargo esos son los peores errores. ¿Por qué? Aunque quisiéramos las ganancias de un negocio no son las mismas todo el año, así que debes crear un fondo de emergencias para cuando éstas sean menos del promedio, siempre hay que siempre se tienen que pagar. No importa el porcentaje, pero ahorra mes con mes.
4. No hacer un presupuesto de tu negocio.
Si no sabes cuáles son tus gastos y tus ingresos promedio es muy probable que tu negocio no funcione. Es por eso que, así como en tu presupuesto personal, en tu negocio apliques lo aprendido en Consumo Inteligente: anotar mes con mes todos los gastos para que conozcas el monto que necesitas para operar y los ingresos que tienes que estar generando para solventarlos. De no hacerlo, puedes tener un desbalance, que las cuentas no cuadren y corras el riesgo de no poder seguir operando.
5. Tener opciones de pago limitadas para tus clientes.
Tener diferentes medios de pago puede ser un determinante para que un cliente regrese a consumir tu producto o servicio, por eso es muy importante que tengas alternativas para recibir pagos electrónicos (transferencias, pagos con tarjetas o incluso dinero móvil). También está probado que al tener pagos electrónicos puedes aumentar el ticket promedio de ventas. De alguna manera los pagos electrónicos son un “plus” en el servicio, pues le estás dando a tu cliente más opciones, así que considéralo en tu negocio.
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