Dürr suministra por primera vez una celda robotizada completa en forma de colaboración hombre-robot para la fabricación de automóviles. En ella, hombres y robots trabajan en el montaje final mano a mano sin estar separados por dispositivos de protección. La innovadora solución de colaboración hombre-robot aumenta la calidad de las juntas de los depósitos de combustible adheridas, además de ahorrar tiempo y reducir los costos por pieza.
Los robots cada vez tienen mayor presencia en la producción de automóviles. Además de los procesos de chapistería y pintura, los procesos de montaje final también se automatizan cada vez más. Así pues, las celdas robotizadas, que funcionan separadas por rejas protectoras, realizan trabajos recurrentes con la máxima precisión de repetición.
No obstante, una automatización completa del montaje final resulta complicada. Muchos procesos de trabajo requieren tareas complejas por parte de los operarios de montaje, en las que deben reaccionar continuamente a nuevas situaciones, actuando con la flexibilidad correspondiente. En este punto, la cooperación entre hombres y robots abre nuevas posibilidades.
En el futuro, los trabajadores y los robots trabajarán conjuntamente como colegas y se complementarán para realizar tareas de montaje más diversas. Dürr está implementando actualmente esta etapa en la producción de automóviles con un nuevo concepto de instalaciones. En ellas, equipos de hombres y robots colaborarán para pegar depósitos en los vehículos. Así explica la motivación para entrar en este nuevo campo el Dr. Hans Schumacher, Director de la división Application Technology de Dürr: "Recibimos una y otra vez señales de la industria para seguir mejorando con innovaciones en la aplicación de robots la eficiencia del proceso de montaje".
En la colaboración hombre-robot, los operarios especializados se ocupan de los procesos de montaje complejos. Se enfrentan al reto de tener que reaccionar con flexibilidad. Por otro lado, los sistemas robotizados entran en acción en situaciones en las que el hombre está sometido a intensos esfuerzos físicos o debe trabajar en condiciones ergonómicas desfavorables. Destacan cuando hay que ejecutar continuamente los mismos movimientos con un ritmo determinado y una elevada fiabilidad.
Colaboración hombre-robot en la fabricación de automóviles: el sistema innovador aumenta la calidad del proceso de pegado, ahorra tiempo y reduce los costos por pieza. |
Así que cuando se aprovecha el rendimiento de un robot y, al mismo tiempo, la flexibilidad del hombre contribuye a llevar a cabo el proceso de fabricación con más rapidez, menores costos y mayor calidad, se dan las condiciones para utilizar sistemas de colaboración hombre-robot.
Aunque no hay vallas ni recintos, los requisitos de seguridad de la colaboración hombre-robot son notablemente superiores a los de las celdas robotizadas separadas. El concepto de seguridad debe cumplir unas especificaciones y normas estrictas basadas en una evaluación de riesgos. Entre otros, el paquete de seguridad requiere que los robots se ubiquen de manera que se minimice el contacto con el hombre en la medida lo posible. No obstante, también deben tenerse en cuenta los movimientos humanos. Por ello, el robot debe trabajar con suavidad y desconectarse en milisegundos si se registra un contacto.
Dürr ha diseñado el concepto de la celda de pegado de manera que el robot básicamente funcione por debajo de la zona de la cabeza y el pecho del hombre. También el sistema de aplicación y el propio robot son ligeros, de amplia superficie, blandos y de formas redondeadas, de manera que en caso de contacto con el robot, solo se generen pequeñas fuerzas.
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