Este material ha sufrido varios cambios, propiciando su mejoramiento con cada versión presentada para los fabricantes. Un uso muy común del Gorilla Glass se da en las pantallas táctiles de Gadgets, por su resistencia a rayones y golpes. Sin embargo, a este material liviano y de alta resistencia se le encontró un muy buen uso en la industria automotriz.
Un pionero en el uso del Gorilla Glass al fabricar sus autos es la compañía alemana BMW, en el año 2013 utilizó la generación 3 de este material para la fabricación del panel trasero del híbrido i8.
En está ocasión, toca el turno de aprovechar esta experiencia a la Ford Motor Company, que empleará el Gorilla Glass para el parabrisas y la luna trasera de su modelo GT 2017. También se empleará el material fabricado por Corning para recubrir el motor de este “muscle car” de la compañía estadounidense.
Previamente a tomar la decisión de utilizar este material, Ford hizo varias pruebas de resistencia, la prueba de fuego fue cuando arrojaron granizo a gran velocidad a dos parabrisas, uno tradicional y otro de Gorilla Glass, los resultados fueron contundentes, el primer parabrisas no resistió la inclemencia de la prueba, mientras que el segundo salió prácticamente ileso.
Además, el uso del Gorilla Glass en la fabricación de automóviles permite abatir en un 32% el peso total del coche, lo que se traduce en un mayor desempeño a la hora de rodar. No obstante las ventajas y seguridad que ofrece el empleo del Gorilla Glass en el sector automotriz, todavía tendrá que lidiar con la carga económica que representa su implementación a la hora de fabricar coches.
Foto: Cortesía de Ford
GAEL
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