Este proyecto nació en el mes de abril del 2015, cuando un grupo de jóvenes se reunió con la ONG Corporación Colombia Desminando, quienes les han puesto con empresas para desarrollar y aplicar tecnología.
El proyecto denominado Drominando tiene en su staff de profesionistas a topógrafos, ingenieros, expertos en materiales bélicos (minas)y diseñadores aeronaúticos. Sin embargo, una de las limitantes en este desarrollo tecnológico es el económico, pues necesitan 650 mil dólares para poder tener dos prototipos de drones para el rastreo de minas, pues los componentes de este dron deben ser adaptados, lo que incrementa sus costos.
Y es que para poder rastrear las minas se necesitan cámaras hiperespectrales que permiten mayor precisión al momento de detectar irregularidades en los terrenos mapeados mientras el dron sobrevuela la zona, pues utiliza 280 canales que arroja una imagen con mayor detalle y precisión.
También, las minas emiten gases que son detectados por las cámaras hiperespectrales, facilitando su búsqueda y desactivación, todo en este equipo óptico es muy atractivo, salvo el precio que es de 400 mil dólares por unidad, al que hay que sumarle el costo del dron en el que se incorporará la cámara.
A pesar de que para estas tareas de búsqueda y desactivación de minas se emplean detectores de metales, no siempre estos resultan buena opción porque en el caso colombiano, existen registros de minas antipersona elaboradas en un recipiente plástico, por lo que el mapeo en dron con cámara hiperespectral es la mejor opción para tan riesgosa misión.
Además, el mapeo del dron permite la detección de 124 minas en sólo seis minutos, mientras que conforme a los datos del Departamento de Estado de los Estados Unidos, el máximo de objetos explosivos realizado por un humano de manera tradicional es de 98 artefactos en un lapso de media hora.
El proyecto Drominando también pretende agilizar la limpieza de minas antipersonas el suelo colombiano, e inclusive, incorporar a miembros de las fuerzas armadas colombianas que fueron lesionados por estos artefactos explosivos para que se unan al vuelo y mantenimiento de los drones.
Por el momento, Drominando está trabajando conforme los recursos económicos fluyen, esperando la inyección de una manera más regular y constante de dinero para concretar los prototipos de drones anti minas, que dicho sea de paso en 25 años registró más de 11 mil víctimas.
Foto: Cortesía de PeaceStartup
GAEL
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