Sin embargo, todavía falta para llegar al acuerdo final, pues faltan todavía afinar asuntos en torno a la transacción. Además, Soni Kabushiki Gaisha está estudiando la forma en que reasignará los recursos que obtendrá por la escisión de su división de baterías, y hacer más rentable otras divisiones de su portafolio de negocios.
De acurdo con los trascendidos, Sony no se deshace por completo de la rama de baterías, por medio de Sony Energy Devices, seguirá teniendo una presencia en las plantas de China, Singapur y Japón, en donde hacen las baterías para dispositivos (teléfonos inteligentes, cámaras y tabletas) y baterías ordinarias recargables.
Por lo tanto, la empresa comandada por Kazuo Hirai conservaría la división de las baterías portables USB, pilas alcalinas, baterías de botón y otros productos relacionados. Cabe señalar que las baterías no es la primera división de la que Sony prescinde, pues a principio de 2014 vendió a Japan Industrial Partners a VAIO, de la cual la Sony se quedó con el 5% de su emblemática firma de computadoras.
Una de las razones de peso para prescindir de VAIO, fue que Sony no estaba siendo efectiva al rápido proceso de adaptación que sufría el mundo de las computadoras personales en la actualidad, aunado a que sus esfuerzos se centraban en el desarrollo de dispositivos móviles de comunicación y entretenimiento.
El acuerdo entre Sony y Murata podría concluir en octubre de este mismo año, pues cabe destacar que a pesar de que en la década de los 90 Sony alcanzó la cima en ventas de baterías de litio, hoy el conglomerado empresarial tiene divisiones más rentables como Sony Pictures Entertaiment o Play Station.
Foto: Cortesía de Sony
GAEL
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