Todavía recuerdo aquellos años de bonanza, fortaleza y hasta razonable soberbia. Me acuerdo cómo los presidentes en turno no podían faltar a sus convenciones anuales. Recuerdo como, paso a pasito, este ratoncito le puso varios golpes al colosal incumbente quitándole representación en organismos del sector. Fue ganando adeptos, triunfos y aliados en todo el sector de las telecomunicaciones pero hoy ha dejado de existir. Adiós Canitec, cuánto me divertí contigo.
Poco se ha dicho pero desde hace casi dos meses la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec) falleció. Existe solo en el papel pues desde hace semanas ya no opera el organismo que fuera una piedra en el zapato de Telmex, SCT y la extinta CFC. Debo reconocerle a la Canitec y al pícaro de su presidente, Alejandro Puente, su contribución a la convergencia que hoy apenas camina. Nadie mató a la Cámara, murió de inanición.
Los modelos disruptivos, el cord cutting y la consolidación de la industria hicieron que varios de los socios dejaran de aportar sus cuotas. Muchos están en otros negocios, otros se los comieron unos más grandes, pero los cableros, como gremio; están en fase de extinción. Por eso ya no hubo cómo pagarles a sus trabajadores quienes desde hace meses se encuentran en huelga y esperan ver un pago.
Creo que esto debe servir para que otros organismos de representación pongan sus barbas a remojar. Para muchos ya queda muy claro que varios de estos organismos cada vez más se usan como alfiles o lugartenientes de los reyes. Las asociaciones, institutos, consultorías y ONG´s que antaño se movían más cerca de la academia y la sociedad ya no lo son. Ahora son una especie de franquicia o membrete de los potentados. No pongo el ejemplo del closet porque los bienpensantes se escandalizan.
No quiero decir que eso esté mal, se vale; pero lo que no está cool es que salgan con su piel de cordero cuando sabemos que son unas zo… En el principado tienen todo el derecho de buscar a sus representantes, pero échenle ganitas porque luego se apoyan en cada tipo. A esos potentados les paso un tip: no es fácil defenderlos. El príncipe siempre quiere oír lisonjas, pero en la guerra vale más oír un sincera e inteligente pendejeada.
0 comentarios :
Publicar un comentario
Ayúdanos a conocerte mejor. Exprésate, no importa si eres fan, trol o quimera