Esta semana son dos temas que me permito sacar a relucir, aunque el más importante de ellos es el de la Red Compartida y los criterios generales que la describen, los cuales el viernes pasado dio a conocer la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), los cuales si bien dan a conocer información relevante respecto a cómo podría desarrollarse esta red, lo cierto es que aún hay muchas dudas en el aire.
No se puede dejar de mencionar por ejemplo, el que no se conoce el monto de la contraprestación que deberá pagar la empresa que resulte ganadora en este proceso, ni tampoco si pagaran por separado los hilos de fibra oscura que analiza la secretaría anexar en la licitación, lo cual a decir de algunos estudiosos de las telecomunicaciones sería fundamental para que las posibles empresas interesada despejen las dudas al respecto y se animen a participar.
Pero no, esto aún no se da a conocer, esperemos que no se les haga bolas en el engrudo en la secretaría para el desarrollo de las prebases, luego de que se cierre la consulta pública sobre los criterios generales y logren despejar, en ese documento; todos los cuestionamientos que aún tienen las empresas que podrían participar en el proceso. También espero que no se trate sólo de un ejercicio que al final resulte en una licitación desierta, ya veremos de que se trata.
Otro tema que la subsecretaría de comunicaciones, a cargo de Mónica Aspe, está desarrollando es el lanzamiento del satélite Morelos 3 en octubre próximo, el cual ya se encuentra listo en los almacenes del fabricante Boeing y a decir de la misma subsecretaria todo se encuentra en las mejores condiciones.
En tanto el proceso que se sigue para la sustitución del satélite centenario que se perdió en mayo pasado luego de que fallara el lanzamiento, se encuentra en una fase en la que se analizan 10 posibilidades diferentes para su sustitución, entre ellas, el fabricar uno muy similar al que se perdió, e incluso el lanzar un satélite en condominio, es decir que se comparta con otro u otros países, lo que resultaría más económico y de mayor provecho pues se reducen los costos y se amplían las posibilidades.
Al menos eso fue lo que me explicaron algunos funcionarios de la secretaría, quienes indicaron que finalmente sería un satélite más moderno con el cual incluso se podrían utilizar diferentes bandas, pues al compartir el equipo con otras naciones, también se pueden compartir las bandas asignadas, de forma que se abaraten costos, tanto para la dependencia, como para los mismos usuarios, pues se puede contar con dispositivos que incluyan las diferentes antenas para captar las múltiples señales, lo cual genera economías de escala que permean en más eficiencia y calidad de las comunicaciones.
Veremos cuál es la decisión de la secretaría y esperemos que realmente sea la mejor para el país y el sector de las telecomunicaciones y que no se trate sólo de ahorrar dinero para mandarlo a otros proyectos.
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